Desde el principio de mi andar político vi tanta mujer increíble y con un potencial de liderazgo prometedor que me enamoré del género femenino. Todas ellas ya ocupando un lugar importante de poder tanto en el quehacer privado como público. Fui observando sus andares, su ser mujer, su ser “líder”, su ser empresaria, su ser política…. pero sin ejercer el verdadero poder que es el que decide qué rumbo deben tomar los otros hacedores. El poder que guía, que dirige, que manda. No las vi sentarse en el sillón que, con menos atributos, otros ostentan.Y como estoy sumergida en la política quiero contarles lo que estoy aprendiendo sobre el porqué no estamos tomando al toro por las astas las mujeres en su conjunto :
Conociendo, me di cuenta que el mayor mutilador del empoderamiento real y de la falta de efectividad en alcanzarlo que tienen las mujeres en la política… son los “compromisos adquiridos” que alimentaron su campaña electoral y que colaboraron a que hoy estén ocupando un sitio privilegiado (al menos en teoría) dentro del quehacer político. Ese “cordón umbilical” las estrangula y no deja que puedan alzar vuelo, que puedan descubrir lo capaces que son, lo importantes que pueden llegar a ser dentro de la historia de este país.
Pero también existen otros mutiladores más delicados de nombrar y por lo cual tal vez me lleguen a criticar por tratarlos en estas líneas, pero no importa, hay que hablar para liberar….
Otro cercenador de aspiraciones es el rol que asume la mujer de nuestra sociedad, dentro de la familia; la mujer traspasa su rol del hogar hacia el ámbito político ¿Qué quiere decir esto? antepone su rol de mamá, esposa e hija antes de líder dentro de la política. Perdona traiciones sin castigarlas porque ve en los ojos del culpable, los ojos del marido o del hijo arrepentido, olvidándose de que en política los propios y los ajenos deben, además de respetarte, temer tu firmeza y fortaleza espiritual traducida en tu carácter de líder.
Exaltan nuestras virtudes y nos hacen esclavas de ellas para seguir manipulándonos.
La mujer en su rol político obedece so pretexto de ser orgánica; muchas veces cruza la confusa línea del ser un mero instrumento funcional, pues ve en las manos de su jefe político, las manos de su esposo y se somete mansamente a sus lineamientos o simplemente teme el enfrentar una vida de decisiones sola, sin una mano velluda que la jaloneé y le indique por dónde ir.
La mujer en su rol político obedece so pretexto de ser orgánica; muchas veces cruza la confusa línea del ser un mero instrumento funcional, pues ve en las manos de su jefe político, las manos de su esposo y se somete mansamente a sus lineamientos o simplemente teme el enfrentar una vida de decisiones sola, sin una mano velluda que la jaloneé y le indique por dónde ir.
Muchas de las mujeres que hoy están en la política no creen en sí mismas lo suficiente como para considerar ser una versión femenina de lo que otros conceptúan imposible, no se animan a convertirse en sus propios sueños y desafíos para alcanzarlos sin la necesidad de un patriarca… si se dieran cuenta que la dependencia a los “compromisos adquiridos”, ¡¡sólo está en sus mentes!!
Este país sería distinto si las mujeres que conozco tomasen las decisiones que hoy toman los mismos de siempre, incluyendo los reciclados.
¿Cómo convencerlas de que pueden llegar hasta donde se propongan? que pueden ocupar los lugares que hoy están asignados a los patriarcas y sus descendientes (Logias, MAS y demás).
¡¡¿Cómo convencerlas que son capaces de volar y conquistar este mundo?!! ¡¡¿Cómo convencerlas de que pueden ser todas JUANA SALVADOR GAVIOTA??!!
¡¡Qué ganas!!
¡¡Qué impotencia!!
..- Si saben una receta, por favor pásenmela y urgente porque sólo tenemos ya 3 años y 10 meses para despertar y VOLAR.
